Eficiencia energética, sostenibilidad, lucha contra el cambio climático. Estas palabras van cada vez más de la mano del sector del turismo, consciente de la necesidad de contribuir con medidas en todos los ámbitos para mitigar la amenaza que representa el cambio climático.
La escasez del agua, la pérdida de biodiversidad o la degradación de los destinos turísticos son asuntos que preocupan a un sector cada vez más comprometido con alcanzar la eficiencia energética, algo no solo beneficioso para el planeta, sino también para su bolsillo.
Como indica este estudio de la Organización Mundial del Turismo, el sector del turismo contribuyó aproximadamente el 5% del total de las emisiones de CO2 causadas por el ser humano en 2005. Y aunque el mayor componente fue el transporte (75%), el alojamiento también dejó su huella en un 21%.
Llegados a este punto: ¿qué acciones son posibles en el sector hotelero para ahorrar energía? Nos detenemos en algunos de los beneficios clave:
1. Hoteles más sostenibles: cómo reducir el impacto del turismo
Algunas pequeñas acciones, multiplicadas cientos y miles de veces, pueden contribuir de una forma mucho más eficaz a la conservación del medioambiente. Estas son algunas de las buenas prácticas de los hoteles sostenibles:
- Construcción sostenible y orientada al ahorro energético.
- Consumo de energías renovables.
- Reciclaje y reutilización.
- Reducción del uso de productos, por ejemplo, sustituyendo los ‘amenities’ de las habitaciones por dispensadores, que permiten evitar las monodosis.
2. Ahorro de hasta el 60% del consumo eléctrico
Existen elementos creados ad hoc para reducir el gasto de energía y aumentar el confort en los hoteles, como son los economizadores y sensores, que cortan los suministros necesarios cuando no detectan presencia en la habitación. De esta forma, se evitan los posibles descuidos de luces, calefacción o aire acondicionado en ausencia del huésped, que suponen un importante coste medioambiental y económico.
En Omnitec trabajamos con dispositivos de ahorro energético que permiten a los hoteles y a las colectividades alcanzar un ahorro de hasta el 60% en el consumo eléctrico. Van desde los clásicos economizadores en los que se introduce la tarjeta de apertura para avisar de la presencia, hasta los sensores inalámbricos de presencia, puerta y ventana.
3. Ahorro económico en los suministros
El ahorro en energía se traslada a la factura de la luz, una parte importante de los gastos en los hoteles y en los alojamientos turísticos. Además de los economizadores, pequeños gestos como sustituir las bombillas por luces LED, pueden permitir reducir hasta en un 80% el consumo. Por otro lado, también existen sistemas de aprovechamiento de agua. Por ejemplo, la instalación de grifos automatizados, con los que se puede llegar a ahorrar en un 50% el desperdicio de agua.
4. Alineación con los ODS de la Agenda 2030
Acción por el clima, producción y consumo responsables, ciudades y comunidades sostenibles o creación de oportunidades laborales para los jóvenes. El turismo y, en concreto, los hoteles pueden contribuir a la Agenda 2030 y a la consecución de los Objetivos de Desarrollo. Uno de ellos, la acción por el clima, toca de lleno el asunto de la eficiencia energética. Esta reducción del uso de energía en los hoteles también se enmarca muchas veces dentro de las acciones de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) de las empresas hoteleras.
5. Hacia un turista comprometido con el medioambiente
El turista de nuestra década no solo está más conectado y es más proclive a utilizar la tecnología, sino que busca también un turismo más sostenible y más respetuoso con el medioambiente. De esta forma, no solo aceptará los pequeños cambios, sino que los apreciará.
Por ejemplo, los huéspedes reciben muy bien los mensajes en los que se les pide que dejen en el suelo solo las toallas que necesiten que sean repuestas para ahorrar agua. Si pueden seguir utilizándolas, pueden mantenerlas.